Leyendo Memorias de un niño de derechas de Francisco Umbral me entero de que el niño Jesús de la Bola que teníamos en mi casa y por el que me enfadé tanto con los misioneros que vinieron a Monroy a re-catequizarnos, se llama en realidad el niño Jesús de Praga.
En este estupendo libro sobre la infancia de Francisco Umbral en Valladolid, el autor se nos muestra como un ser desvalido y vulnerable, muy lejos de la imagen a la que nos tuvo acostumbrado en su edad adulta, donde se nos mostraba como un ser terriblemente engreído, arrogante y suficiente.
Umbral habla con frecuencia de los olores de su infancia, y es que no hay nada más evocador que los aromas. Ayer mismo paseando por el Parque de la Arganzuela que ha sido remodelado totalmente, dentro de la faraónica obra Madrid Río, que se culminará precisamente mañana con la inauguración de este parque de la Arganzuela, observé que entre los numerosos árboles que han plantado han echado una capa con trozos de corteza de pino y ese olor tan característico de la madera de pino, que a mí me resulta especialmente agradable, me transportó a la niñez y lo asocié inmediatamente al taller de tío Pedro el "aperaor" donde se fabricaban arados y carros.
Buscando palabras usadas en Monroy que me gustan especialmente, tales como camándula, descaliento, enjalmo, farraguas, jarapal, pizpierno, tarama. Empecé por la palabra portañuela, a continuación busqué calzonas y me encontré con esta definición: Calzón con portañuela, que llega a media pierna y es usado especialmente por picadores y vaqueros.
Quizás sólo fuese una simple casualidad que apareciese portañuela en la definición de calzonas, pero yo me inclino mas bien por la teoría que defiende Bertrand Russell sobre el poder que el subconsciente ejerce en nuestras decisiones, probablemente en alguna ocasión anterior había buscado la definición de calzona y mi subconsciente me llevó a ella al buscar la palabra portañuela.
Por cierto la palabra descaliento que se usa en Monroy, habría que traducirla creo yo como disgusto, sinsabor, y de ésta dice a su vez Andrés Trapiello, que lo llamamos sinsabores con lo amargos que son, amargosos añadiría yo dicho en Monroyego.
Russell defendía que el subconsciente trabaja sin que nosotros nos demos cuenta, hasta tal punto que cuando tenia un problema en lugar de preocuparse, lo que hacía era aparcarlo y poco tiempo después, casi siempre al levantarse, le venía la solución para el problema que se le había planteado.
Cuando estuve en San Sebastián trabajando de botones en la agencia de publicidad García Iñiguez, uno de mis cometidos era recortar los anuncios que nos encargaban publicar en los periódicos, para adjuntarlos como comprobantes en las facturas a los clientes. En estos periódicos solían venir gran cantidad de anuncios solicitando Jefe de Contabilidad, yo entonces me propuse que sería jefe de contabilidad, sin saber muy bien en que consistía ese trabajo.
Al llegar a Madrid después de uno inicios en el departamento de contabilidad de la segunda empresa que me coloqué, seis meses después de la primera, que era una librería, vi que aquello de las cuentas no me gustaba mucho, me aburría soberanamente haciendo sumas interminables con aquellas pesadas máquinas sumadoras de entonces.
Me olvidé totalmente de lo de ser jefe de contabilidad y pensaba tirar por otros derroteros, de hecho me pasaron al departamento de personal. Pero en mi subconsciente debió quedar muy grabado eso de querer ser Jefe de Contabilidad y lo cierto fue que pocos años después, con veintitantos, logré serlo en esa misma empresa constructora.
Algunas veces pruebo como ejercicio de escritura automática a escribir sin pensar lo que voy a escribir y salen frases de este tenor: Cuando la luz sale, la sombra aparece. Concretamente esta frase me salió así espontáneamente un 23 de julio de 2007.
Cuando la luz sale, la sombra aparece, esta frase o aforismo o como queramos llamarlo, me gustó mucho y me sigue gustando, quizás no sea enteramente mío, y yo no he hecho más que repetir lo que han dicho otros. Es muy posible y muy probable que lo hayan dicho otros, pues como muy bien decía Eugenio D’Ors: Lo que nos es tradición es plagio, aunque pienso que a lo mejor es más acertado decir: Lo que no es traducción es plagio y ya se sabe aquello de que no hay nada nuevo bajo el sol.
Pero aunque no haya nada nuevo bajo el sol y todo este inventado, siempre será nuevo para el individuo lo que él descubre por si mismo, el mundo está ahí, pero no es mundo hasta que no lo percibe cada uno como tal. Lo que uno descubre, eso es totalmente nuevo para él, aunque ya estuviera descubierto hace mucho tiempo.
P.D. Hoy se cumplen diez años de la muerte de Magdalena, desde aquí mi recuerdo emocionado.
Mañana cuando amanezca
ya no estarás, Magdalena,
te has ido sin avisar,
te has ido sin darnos cuenta.
El día que has elegido
para irte Magdalena
ha sido un día luminoso
de la mejor primavera.
Los naranjos de tu puerta
exhalaban azahar
las cigüeñas de la iglesia
acompasaban tu volar.
Todo el pueblo de Monroy
te acompañó Magdalena
todo el pueblo de Monroy
y casi toda España entera.
Has visto Magdalena
que estábamos todos
has visto Magdalena
nuestros dolores y penas.
Has oído las campanas
como tocaban por ti
has oído nuestras plegarias
has descansado por fin.
Mañana cuando amanezca
ya no estarás, Magdalena
te has ido sin avisar
te has ido sin darnos cuenta.
Monroy, 14 abril 2001
Tambien hoy es el cumpleaños de Mati.
Felicidades Mati.
Un día de primavera,
un día 14 de abril,
nació una flor hermosa
nació una bonita rosa,
una rosa de pitiminí.
Su bonita sonrisa descubre
un talante alegre y entrañable,
por Cáceres, Monroy o La Cumbre
en invierno, primavera o verano
a su lado el ínclito, el inefable,
el gran amigo, Antonio Floriano.
14/04/2005
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